De mi último viaje por Islandia me gustaría destacar dos momentos muy especiales.
El primero es un paseo de unos 2 kilómetros por la orilla del
lago glaciar Jökulsárlón, nunca jamás había visto algo similar, pequeños icebergs desprendidos del glaciar y que se encuentran en movimiento hacia el océano, realmente algo espectacular y que te transmite una gran atmosfera de tranquilidad y serenidad.
El segundo es el último tramo de subida hacia la cima de Kristinartindar en el parque nacional de Skaftafell, seguramente una de las subidas más técnicas del viaje y que personalmente fue unos de los momentos que más disfruté de mis vacaciones en Islandia, además una vez conquistada la cima podemos contemplar que la cresta de la montaña es impresionante y las vistas son insuperables. Solamente por tener la oportunidad de vivir estas dos experiencias ya mereció la pena el viaje.
Sergio.