Etapa 0. Bérgamo – Cortina d’Ampezzo – Angelo Dibona
Para empezar el día, nos levantamos en el apartamento de Bérgamo a las 8 h. y disfrutamos de un delicioso desayuno que nos preparó Sara, café, tostadas y galletitas. A continuación, pasamos a la ceremonia de pesado de mochila. La mía pesa 5,1 kg., lo cual está bastante bien. Las más ligeras son las de María José (4,4 kg) y Consu (4), las peores las de Luis (9,5 kg sin agua, teniendo en cuenta que lleva prismáticos, un dron, walkie talkie…) y Jorge (8,2 k). Sara revisa la maleta tras pesarla y consigue dejarla en poco más de 6 kg. Luis también la revisa y le quita 700 gr.
Tras revisar el peso de nuestras mochilas, bajamos a las 9:50 y nos encontramos con Lorenzo, nuestro guía de Muntania, que estaba esperándonos en la puerta de los apartamentos.
Nos acomodados 7 en un minibus y 4 en un coche (las chicas y Jorge), llegando al refugio Angelo Dibona tras un viaje de 4 horas y media, con parada incluida en Cortina D’Ampezo para dejar las mochilas con ropa limpia que recogeremos al finalizar el trekking.
Desde el refugio las vistas son espectaculares. Después de comer paninis y unos exquisitos pasteles, salimos a caminar un rato por el inicio de la ruta de mañana con Lorenzo, quién nos explica detalladamente sobre un mapa, la ruta que nos espera.
Más tarde, a las 19:00 nos sirven la cena en el refugio, que es copiosa y abundante. Y para relajarnos, después descansamos un rato en la terraza, donde hay un chico francés con un dron que consigue elevar hasta 300 metros.
Para culminar este día, a las 21:30 Nos vamos a la cama, que hay que descansar para afrontar en buenas condiciones la dura etapa de mañana.
Etapa 1: Angelo Dibona – Col Gallina.
A las 7 h. ya estamos tomando un desayuno que está bien y es abundante.
Comenzamos a andar a la 7:45 h. Para empezar tenemos la subida al Col de Fontananegra de 2,5 km. haciendo la primera parada en el refugio Giussiani. Este primer tramo de subida no se hace muy duro ya que la espectacularidad del paisaje compensa con creces el esfuerzo realizado.
Después de un breve descanso, comenzamos un largo descenso hacia el Valle de Travenanzes. Son unos 3 km con cierta dificultad técnica. A lo largo del camino, en algunos tramos nos tenemos que ayudar de cables fijados a la roca.
Tras un merecido descanso al final del descenso a orillas del río, antes de comenzar otra subida, esta más larga pero mas tendida. Al fondo, enclavado en la cima de la montaña, podemos ver el refugio Lagazoui, que era nuestro destino inicialmente. Sin embargo, al estar completo tuvimos que alargar la etapa hasta el refugio Col Gallina.
Durante la subida, que son unos 7 km de subida, Lorenzo nos va explicando interesantes detalles, como bunkers construidos en la roca, o vías ferratas que fueron utilizadas por los “Alpini” (ejercito italiano) como caminos estratégicos para obtener ventaja en la batalla durante la primera guerra mundial.
Después de una larga bajada, enfilamos la última subida que nos lleva al Refugio donde haremos noche.
A pesar de que el grupo está bastante cansado, sacamos fuerzas para cenar a las 19:15 h. y preparar las cosas para la segunda etapa, y finalmente nos vamos a la cama sobre las 21:30. h.
Etapa 2: La Gallina – Malga Pices Fanes.
Empezamos el día a las 7 h., nos tomamos un desayuno tipo buffet bastante completo. Aunque queríamos comenzar a andar a las 7:45 h., algunos retrasos nos hicieron comenzar a andar a las 8 h. Durante los primeros 20 min. caminando vemos que la mochila de Luis goteaba. Paramos para repararle la Camelbak con la cinta americana que lleva Lorenzo.
Comenzamos la subida hacia Lagazuoi, son unos 3,5 km, donde salvamos un desnivel de casi 500 m., llegando a una altitud de 2.550 m.
Durante la subida, Lorenzo marcó un ritmo muy suave para evitar que nadie quede descolgado. Ver la localización del refugio Lagazuoi impresiona, situado en un mirador con vistas a la Marmolada, Civetta y Pelmo.
A unos 200 m. de Lagazuoi tomamos el desvío a la izquierda donde coincidimos con los senderistas que bajan desde el refugio. Tras una larga bajada (volvemos a estar a 2.100 m. de altitud) llegamos a un precioso lago que marca el inicio de la espectacular subida a Forcella di lêch (2.486 m). Al comenzar la subida, dado que la misma es algo exigente, Lorenzo nos organiza: Jorge por una vez va el primero para hacer las fotos, las Sara, Consu, Marijose y Pedro en el centro del grupo y Germán, muy a su pesar sube en el grupo de atrás.
Sin duda es el mejor tramo de la ruta hasta el momento, la parte final es un caminito estrecho en zig zag con sobrecogedoras vistas del lago que se ve cada vez más pequeñito al fondo. En mitad este tramo, nos detenemos porque a Germán le suena el móvil y atiende la llamada pensando que puede ser algo urgente, pero es una telefonista que le pregunta si quiere ganar 2.000 €, la manda a tomar viento fresco y podemos reiniciar la marcha.
Tras un descanso en la cima, nueva bajada que nos llevará hasta el refugio Gran Fames, donde paramos a almorzar. Por recomendación de Lorenzo pedimos Uova speck e patate (huevos fritos con jamón y patata), que devoramos enseguida.
Retomamos la marcha alternando sendero y pista hasta llegar al refugio regentado por una familia donde hacemos noche: Ucia Pices Fanes. En este tramo Lorenzo nos cuenta la anécdota de la estatua de un astronauta que apareció hace unos años y que ya han retirado. También vemos la formación de flysch en la pared de la roca, que recuerda a las de Zumaia en el País Vasco.
Nos acomodados en una habitación de 14 plazas, con tres franceses. Tras ducharnos bajamos al río a mojar los pies y pasamos un agradable rato tomándonos unas cervezas en el jardín del refugio. Aprovechamos para lavar la ropa que se seca enseguida ya que el sol pega fuerte esta tarde.
Cenamos ñoquis, arroz con carne y un postre parecido a tiramisú.
Etapa 3. Malga Pices Fanes – Senes.
A las 7 h. tomamos un desayuno que es más simple que otros días.
Partimos de una altitud de 2.020 m. A lo lejos se ven los restos de una avalancha en una barranquera. El recorrido es en bajada hasta llegar al hotel Pederú (1500 m.). Allí hacemos una parada para tomar café y como hay señal Jorge y yo comprobamos que Ryanair nos ha enviado un email informándonos de la cancelación del vuelo de vuelta debido a una huelga de su personal. El grupo nos espera hasta que solucionamos el contratiempo, lo cual es rápido ya que sacamos otro vuelo para el mismo día con Iberia y solicitamos la devolución del vuelo cancelado.
La ruta continúa con una aburrida subida por una pista empedrada.
A las 12 h. parada para comer un plato de pasta en el refugio La Fondara (2.020 m.).
Después de comer, aprieta el calor mientras subimos por una senda alternativa a la pista hasta el refugio Munt de Senes (un refugio de la Federación).
Vemos dolinas (agujeros en el terreno por hundimiento de la caliza)
Lorenzo nos propone dejar las mochilas y subir al Col de Lasta (2.311).
No subimos todos ya que las chicas prefieren esperar descansando. ¡Cómo se notaba andar sin cargar mochila!
Refugio Sennes 2.126 m. Está en muy buen estado y en un emplazamiento privilegiado. Las vistas a Los Dolomitas son de ensueño.
Cena abundante: destacando la enorme tortilla del alpinista (rellena de queso, jamón y tomate). Después un rato jugando a las cartas y hacemos tiempo para ver la cúpula celeste estrellada desde la terraza, pero a las 22:30 h. todavía no es noche cerrada y el cansancio nos empuja a la cama.
Etapa 4. Sennes – Vallandro.
Desayunamos a las 7:30. Buffet muy completo. Algunos comentan que no han dormido bien, ya que los estómagos estaban pesados como consecuencia de la copiosa cena.
Comenzamos, con tiempo soleado, haciendo una subida no muy pronunciada de unos 3 km. hasta el refugio Biella. Ahí cogemos el desvío que nos llevará hasta la zona de Prato Piazza.
Durante la subida vemos por primera vez las Tre Cime di Lavaredo. Avanzamos por la ladera de la Croda Rosa. El terreno es un poco rompepiernas con continuas subidas y bajadas, hasta llegar a la zona donde se produjo un gran desprendimiento hace unos años. Lorenzo, por precaución, nos organiza de manera que pasamos de uno en uno.
Tras una breve parada para comer, continuamos subiendo hasta llegar a un tramo de 1 km aproximadamente no apto para quienes sufren de vértigo, en el que hay que ayudarse de cadenas y cables fijados a la roca para avanzar. Mientras cruzamos ese tramo oímos un estruendo que proviene de la zona de desprendimiento que habíamos pasado minutos antes.
¡Impermeables! ¡Cubre mochilas! ¡Rápido!
Lorenzo se ha percatado de la inminencia de una tormenta de granizo que se inicia apenas 15 segundos después descargando toda su furia sobre nosotros durante 25 minutos, incluyendo dos rayos que caen a no más de 300 metros de donde nos encontrábamos.
Una vez terminada la tormenta continuamos por una bajada de unos 6 km. hasta llegar al Refugio Vallandro.
Desde el Refugio hay bellísimas vistas al Macizo del Cristallo.
Tras cambiarnos y secar la ropa, cenamos y nos vamos a la cama. Al día siguiente nos espera la etapa reina de la ruta y la previsión meteorológica no es nada buena.
Etapa 5. Vallandro – Lavaredo.
Toda la noche lloviendo. A las 7 h. tomamos un desayuno tipo buffet bastante completo. En el refugio nos recomiendan no subir por la senda que conduce a la cima del Strudelkopf, ya que continúa lloviendo y debe estar intransitable.
Lorenzo activa el plan B: descendemos por una pista dirección Sclhuderbach bajo una constante lluvia fina, adentrándonos en el Parque Natural Tre Cime.
Seguimos bajando y deja de llover, la tormenta que nos amenazaba parece que se va alejando e incluso sale el sol.
Hacemos una parada en el Restaurante Tre Cime, tomamos café y una porción de apple strudel, lo cual nos viene bien para afrontar la fuerte subida que nos espera. Hacemos tiempo esperando a Pedro que se ha vuelto para recuperar un bastón telescópico que ha olvidado en la anterior parada.
Tenemos que superar un desnivel de más de 1.000 m. Partiendo desde los 1.420 m.
La primera parte de la subida es tendida con tramos de falso llano. Paramos por un puente de nieve, y poco después vuelve la lluvia mientras salvamos algunos obstáculos en la senda que se encuentra afectada por tramos de desprendimientos.
Teníamos pensado parar a comer a mitad de la subida, pero lo aplazamos hasta que deje de llover.
Finalmente hacemos la parada en un prado rodeados de vacas bajo las Tres Cimas di Lavadero. Una estampa bucólica en la que aprovechamos para hacer algunas de las mejores fotos de la ruta.
Hemos cargado las pilas y afrontamos el tramo más duro de subida, en el que afortunadamente no vuelve a llover. A las 15:30 h. llegamos al Refugio Locatelli (2.405 m), donde hacemos una parada para tomar una cerveza antes de dirigirnos a nuestro destino final de etapa: el Refugio Lavaredo (2.344 m), ubicado a los pies de las Tres Cimas.
Tras una buena cena, descansamos en este refugio que es realmente cómodo y bien acondicionado
Etapa 6. Lavaredo – Lago Misurina
Como cada día bajamos a las 7 h., para un desayuno que en este caso es más austero que en días precedentes.
Desde la puerta del Refugio vemos dos escaladores en mitad de una de las Cimas del Lavaredo.
Hoy nos volvemos a adentrar en el Parque Natural Tre Cima. En primer lugar, subimos a pie de las Tre Cimas 2471 m. con vistas al fondo del monte Paterno (sobre Locatelli).
Avanzamos por un angosto camino por la falda de las Tres Cima di Lavaredo. En algunos tramos tenemos que salvar los desprendimientos que cortan en camino. A pesar de lo dificultoso, este tramo nos resulta bastante divertido.
A continuación iniciamos una bajada que nos lleva hasta Langalm Toblach Dobiacco (2.283 m.), que es un pequeño y encantador refugio con espectaculares vistas a Lavaredo. Es una sorpresa que nos tenía reservada Lorenzo, ya que allí tomamos un yogurt natural con frutas del bosque que estaba increíble.
Retomamos la ruta, pasando por los restos de un bunker de la primera guerra mundial, al que bajamos algunos. Seguidamente, vemos como un helicóptero se acerca a las Cimas de Lavaredo. Poco después llega otro y acaban marchándose a toda velocidad, por lo que pensamos que pudo tratarse de un rescate.
Ahora toca una larga y pronunciada bajada, en la que Lorenzo nos pide prudencia y máxima concentración por lo resbaladizo del terreno.
Parada para tomar agua en la fuente de Malga Rin Bianco, antes de llegar al Lago Antorno, que es la antesala del final de nuestra aventura, el bonito Lago Misurina.
Como es domingo en hora punta, la pizzería Edelweis está completa, así que almorzamos en Quinz Locanda al Lago, antes de tomar el bus que nos lleva a Cortina d`Ampezzo, donde nos instalamos en el Hotel Olimpia y tras descansar salimos a hacer algunas compras mientras comentamos la fantástica semana de ruta que hemos vivido, entre otras razones por la buena labor organizativa de Muntania, y a la profesionalidad de nuestro fantástico guía de montaña, Lorenzo Giménez.
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Jose Antonio Martín
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