Apurando la temporada de verano me he dado una vuelta por Ordesa para quitarme la espinita de no haber pisado el Pirineo este año. Ahí van unas fotos y una minicrónica.
Nos reunimos un grupo variopinto de siete con un guía maño y gracioso hasta la médula. Estilo abierto, eso me gustó, de hecho variamos las rutas y al final no subimos a Monte Perdido como ponía en el trekking contratado.
Dormimos el viernes en el refugio de Bujaruelo y de ahí salimos el sábado rumbo al Puerto de Bujaruelo.
Puente románico a poco metros del refugio, estábamos todavía dormidos.
Queremos rodear el Taillón y llegar al refugio de Serradets, en Francia, a los pies de la Brecha de Rolando.
En el Puerto de Bujaruelo (2.272 m)
Desde el puerto tomamos un sendero en dirección este, dejando a nuestra derecha dos glaciares (des Gabiétons y du Taillon, un poco más grande).
Las vistas son impresionantes y, sobre todo, el contraste de colores con el valle anterior, tonos naranjas, sin vegetación, parece Marte.
Aquí ya se va viendo el Circo de Gavarnie.
A los pies del glaciar del Taillón. A alguno le parece pequeño, se esperaba algo más…
Al pie de este glaciar hay una subidita asegurada con un cable porque hay zonas de hielo, pero el guía la rodea y no pasamos por ella.
Al llegar al Col des Sarradets, de repente, se abre la perspectiva de golpe y nos encontramos en la boca del Circo de Gavarnie, a los pies de la cara norte del Pic des Sarradets. Una de las sorpresas más impresionantes del día.
Al fondo el refugio de Serradets.
Al llegar al refugio aprovechamos para acercarnos un poco más hacia el Circo de Gavarnie y también para ver la cascada. Hacemos un esfuerzo más con buen ánimo. De paso comemos un poco.
Al fondo la cascada y el circo, merecía la pena andar un poco más.
En la cena nos apareció en nuestra mesa una chica muy mona que llegó como a las 7 y media de la tarde al refugio sin mapa y sin conocer la zona, iba ‘a darse una vuelta’. Nos dejó bastante perplejos. Hay gente ‘pa tó’.
A la mañana siguiente nos encaminamos a la Brecha de Rolando, una subida muy bonita.
A mí me costó la subidita, menos mal que en la foto no se nota…
Desde la Brecha, nos da por subir al Taillón, ya que tiene unos 3.140 m. Pasamos por el Dedo y por la Falsa Brecha. También hay una cuevecilla con una placa, un tal Schmidt murió allí congelado en 1992, en fin.
En general, una subida fácil, quitando un par de pasos aéreos al comienzo.
En la cumbre nos encontramos unas vistas impresionantes. Iñigo va describiendo todos los picos, se los sabe al dedillo, ¡se veía hasta el Midi d’Ossau! El macizo del Vignemale era imponente, precioso.
En el Taillón, un poco congelados ya.
La bajada muy bonita, por las vistas del Monte Perdido, subía y bajaba mucha gente.
De ahí nos encaminamos al tan cacareado paso de los Sarrios, a mí me había costado alguna pesadilla antes de salir de Madrid. Iñigo monta el arnés y nos explica cómo usarlo, quien no se sienta seguro se lo puede poner. ¡Vaya cague!
Hacia el paso, dejando detrás la Brecha. Abajo, el paso.
Vaya chorrada, nadie necesitó el arnés. Iñigo algo cabreado por la falta de éxito de su invento. Ahí queda para la posteridad que pasé, eh? eh?
Seguimos hacia el este por un colladito entre el Pico Anónimo y el Casco, la idea era hacer otro tres mil subiendo al Casco. Yo me rajo por cansancio, pero me echo una siesta de dos horas al solecito mientras suben que me sienta de perlas.
Comentan buenas vistas del Circo de Gavarnie y de la cascada. Un quebrantahuesos les pasa al lado, vienen encantados.
Desde el Casco, era verdad.
De ahí nos encaminamos al refugio de Góriz. Rodeamos el Pico Anónimo como las cabras para no perder mucha altura hacia el sur y después giramos al este para encontrarnos el sendero que va hacia Góriz pasando por el Plano de Millaris y el Plano San Fertús. Al fondo se adivina el Circo de Cotatuero, parece que hay unas clavijas muy peligrosas que no se deben pasar sin ir asegurado.
Pasamos el Collado del Descargador y llegamos a Góriz.
En Góriz parece que lo regalan o que hay discoteca, el refugio hasta la bandera, corre la cerveza, hay que hablar a grito pelao para oírse, nosotros hacemos lo propio, unas cervezas, para no desentonar. Hay mucho valenciano porque han tenido un día festivo más. Alguno con casco que no se lo quita ni para dormir. La fauna habitual de los refugios.
Decidimos no subir a Monte Perdido al día siguiente. La bajada hasta el parking ya es muy larga, y sumando el pico nos supondría llegar a casa a las 2 de la madrugada. Además hay niebla. Lo dejamos para otra…
En Góriz nos cuentan que es el final del verano, al día siguiente solo quedarán diez personas en el refugio. Estan deseando poner la chimenea, encima empezarán a bajar mucho las temperaturas.
Para el Pilar, nos cuenta Íñigo, también bajan el ganado a los valles para pasar el invierno.
Tomamos el GR11 hacia el este, hasta la Subitialla y de ahí encaramos hacia el sur, dejando Punta Custodia a nuestra izquierda. Vamos pasando miradores, dejando el Valle de Ordesa a nuestra derecha.
Vistas impresionantes, aquí con Góriz todavía al fondo.
En Punta Acuta empezamos a bajar hacia el valle. Aquí empezamos a ver decenas de Edelweiss!!
La bajada con bastante pendiente, evitamos un tramo de clavijas desviándonos hacia el Mirador de Calcilarruego, pero menuda trepadita a cambio de las clavijas, joe.
Hay gente en frente subiendo a la Faja de Pelay.
Seguimos la senda hasta el Puente de los Cazadores, impresionante atravesar el bosque con estos colores.
Ya casi abajo, haciendo un poco el chorras con las hojas, la bajada se ha hecho un poco larga.
Detrás la pared que acabamos de bajar.
La foto final, animada por la idea del chuletón que luego pensamos meternos en el refugio de Bujaruelo.
Cristina